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jueves, 24 de mayo de 2012

Aviso. Vaciones para estudiar.

Holaaa! Sé que me vais a echar de menos (o al menos eso espero xD ), pero estoy de exámenes finales y necesito aprobar, solo tengo 14 años y tengo que ir bien en mis estudios, los cuales están bajando por tener tantas cosas en mente así que lo siento, pero tengo que estudiar. Así que lo dejare todo para concentrarme, no subiré ni esta historia ni la de "Precisamente tú". Volveré el 2 de Julio a este blog y el 3 de Julio al de Precisamente tú, si  veo que ya no tengo exámenes o que tengo tiempo para subir, os subiré capítulo, siento las molestias y espero que por favor no me dejéis de leer, esto no lo hago por gusto sino por necesidad. Si alguien quiere que le avise cuando vuelva que me lo diga que yo encantada lo hago. Espero que los que estáis estudiando tengáis buenos resultados y a estos y todos los demás os deseo un buen verano.
Atentamente, la loca psicópata que escribe este blog xD
 (una bromita para que esto no sea tan duro para mí, 
que os voy a echar de menos) 

lunes, 14 de mayo de 2012

Sin corazón. Capítulo 24


Capítulo 24.

Holaa! Está semana si que subo como veis, solo os deseo una buena semana, que os guste el capítulo y que no esteis pasando el terrible calor que estoy pasando yo. Comentad y votar. Bss

Beatriz:
-¿Cómo sabes que no voy a morir? ¿Qué vas a hacer?-pregunto después de varios minutos de absoluto silencio. Su respuesta me sorprendió demasiado, ¿quién iba a decir que el asesino de mi madre iba a intentar salvarme a mí?
-Tengo un plan.-contesta.-No te puedo contar nada, no quiero que Draco sospeche por algún comportamiento extraño de tu parte, lo único que puedo hacer de momento es proteger tu mente con un hechizo, lo tendrás que reforzar todas las noches, pero es mejor que dejar que nos mate a los dos por saber nuestros planes.
-¿Y ahora qué hacemos?
-De momento, comer, ya luego tendrás que enfrentarte a Draco.
-Me parece bien.
-¿No tienes miedo?
-¿Por qué debería? Estoy segura de que todavía me quiere viva, además, no le tengo miedo a la muerte.-lo miro de reojo, él se queda quieto y me pregunta con los ojos.-Todos vamos a morir algún día.
-Eres sorprendente.
-¿Un bicho raro?-sonrío amargamente al recordar esas palabras y como sufrí cuando salieron de la boca de la persona a la que más quiero.
-No, no creo que seas un bicho raro, solo diferente, pero me alegro, lo normal está sobrevalorado.-suelto una carcajada y pongo los ojos en blanco.- ¡Cuidado! No vayan a pensar lo que no deben.
-Lo siento...-bajamos las escaleras, él detrás de mí con una pose autoritaria, adaptándose de nuevo a su papel, volviendo a ser el chico duro que todos conocen.
Al entrar en el comedor, me encuentro con demasiados ojos mirándome. Algunos me observan con odio, otros con indiferencia y otros con emoción. Me siento una presa asechada por cientos de leones hambrientos. Me dejo arrastrar por Damon hasta una mesa y me siento al lado de alguien que no conozco de nada, tiene los ojos como la noche, los cuales están clavados en mí, su pose es altanera y realmente me saca de quicio.
-Alice, vigílala.
-Hazlo tú, para algo te la encomendaron.
-¡Alice! Si te digo algo me obedeces, ¿lo entiendes?
-¿Quién demonios te crees que eres? No eres nada, solo una rata de alcantarilla.-Damon agarra fuertemente el brazo de la chica y la estampa contra la pared, acercando muchísimo su cara a la de ella. Un sentimiento extraño se apodera de mí, haciendo que me levante de la silla, cuando me doy cuenta de la intención que tiene mi cuerpo me obligo a mi misma asentarme de nuevo en el banco de madera. Quiero separarlos, la razón, ni puta idea.
-Alice, cariño, ¿de verdad quieres jugar a esto?-rozan su labios ligeramente, acto intencionado por parte de Damon. Todos en la sala miran la escena, pero noto que no hay sorpresa en sus expresiones, solo esperan que pase algo emocionante para divertirse un rato.
-Aparta tu sucias manos de mí, sé que me tienes ganas, pero...-ella pasa la lengua por la lóbulo de la oreja de Damon y éste último suelta una carcajada.-No me excitas, no eres mi tipo chico malo, ahora si no te importa, dejé mi comida a medio.-antes de que ella consiga alejarse, Damon la vuelve a agarrar y la atrae hacia sí, aprisionando su cuello.
-No estoy para juegos, vigílala.
-¿Y si no qué?
-¿Sientes como mi mano va adquiriendo fuerza?
-¡Damon suéltame, me estoy quedando sin aire!
-Tick, tack, pequeña, el tiempo pasa.
-¡DE ACUERDO! La vigilo...-Damon me mira con una sonrisa victoriosa, la suelta y sin que nadie se dé cuenta, me giña un ojo. Desaparece detrás de una puerta, dejándome a la antipática al lado.- ¿Prepara para tú funeral?
-¿Preparada para quedarte calva?-le pregunto poniendo cara de niña buena.
-¿Te crees mucho, no? Si tienes ovarios levántate y pelea.
-Y eso que yo pensaba que era vulgar...
-¿Qué has dicho?
-Nada, algo que tú mente privilegiada no puede entender.
-¿Intentas decirme algo?-alza una ceja y pienso que la tía de hace un rato, ha desaparecido ya que sus respuestas no son muy inteligentes.
-No solo eres puta sino que...-no puedo terminar la frase ya que algo se estampa contra mi mejilla izquierda. Miro a la tal Alice con furia y no sé cómo pero su ropa se incendia, haciendo que se queme algunas zonas de su cuerpo y que su ropa caiga al suelo carbonizada. Miro como su ropa interior empieza a quemarse igual que su pelo y decido que es hora de dejarlo.-Espera que te ayudo un poco.-le digo, haciendo aparecer un circulo azul en el aire de donde cae una buena cantidad de agua. Realmente no sé como lo he hecho, solo lo he deseado y ¡PUFF! Ha aparecido. Algunas personas se levantan para ayudarla, pero la gran mayoría suelta una carcajada. Me da pena, o mm... No, la verdad es que no.
-¿Qué pasa aquí?-una voz profunda hace que se me pongan los pelos de punta durante unos segundos, luego me giro lentamente y veo a Draco con sus ojos inexpresivos en el marco de la puerta.-¿Qué te ha pasado, Alice? ¿Otra pelea? Estás muy sexy.-todos sonríen y él se acerca con paso seguro a ella, le levanta el mentón y ella con un manotazo le aparta la mano y sale corriendo de allí.-Tú.-me señala y luego sonríe.-Que pena que seas su hija, si no lo fueras, hubiera sacado un buen partido de ti.-se acerca despacio, evaluándome, luego empieza a dar vueltas a mi alrededor y se para justo en frente de mí, clavando sus ojos en los míos.
-En ese caso...-le devuelvo la sonrisa y me acerco a él como si le fuera a decir un secreto.-Me alegro de ser la hija de mi padre.-le giño un ojo y él suelta una carcajada.
-Me plantas cara, desde luego, cada vez me gustas más pequeña, es raro que alguien me ataque tan de frente.-me agarra de la cintura y me acerca a él.-Y te aseguro que como sigas haciendo estas cosas no te va a gustar lo que te voy a hacer.-me aparto de él con un escalofrío. Es asqueroso.-Ahora ven conmigo.
Darío:
Tengo el arma más mortal para los de nuestra especie en mis manos. La miro con respeto y miedo, sé que sin pronunciar las palabras es inofensiva pero no deja de ser lo que es.
-¡Quieta!-mi voz sale exactamente como quiero, fuerte, ni baja ni alta, dejando ver el claro mensaje en ella: una orden.
-Quien me faltaba…-se para y me mira con recelo y odio.-Yo me voy yendo.
-No tan rápido.-ella no se detiene y sigue corriendo.-Úrsula, tráela.-esta asiente y utiliza un conjuro para aparecer al lado de ella. Vuelve a hacer lo mismo para dejarla a mi lado lo antes posible.-No te puedo dejar ir así.-le sonríe y su piel se eriza.-Agárrala.-me obedece, pongo la esfera en uno de mis bolsillos y pongo mis manos en la sien de Kate, murmurando unas palabras en latín. Kate cae inconsciente en el suelo y yo me giro para marcharme.
-¿Qué le has hecho? ¿Qué es esa bola?
-Le he borrado la memoria, no quiero que sepa que es esto y menos que Draco sepa que yo tengo la verdadera.
-¿Es lo que creo que es?
- ¿El "Morte ad eos cor"?
-Realmente existe.
-Sí y es demasiado peligrosa, no solo para mí sino para todos, podría acarrear graves consecuencias.
-¿A qué te refieres señor?
-¿Has estudiado? ¿Quiénes mantienen el equilibrio de la magia?
-Eso lo sé pero no lo entiendo.
-Solo te puedo decir que pase lo que pase, solo va a quedar viva Beatriz.
-¿Y usted señor?
-Mi vida está unida a la de Draco, si él muere, yo también.-suspiro al recordar el estúpido conjuro que hice hace demasiado tiempo para que no mataran a mi hermano. Si el muere a manos de otro que no sea yo, moriremos los dos.

domingo, 13 de mayo de 2012

Precisamente tú. AVISO.

Holaa a tod@s como a la primera parte de Sin corazón le queda poco, pues he decidido empezar otra historia. Precisamente tú, una obra sobre dos personas que están harta de sus vidas y que por el capricho de una de ellas se juntan. Leslie es una chica de 14 años que nunca a tenido demasiados amigos y todos los demás o incluso esos pocos, se han metido con ella, haciendo que en muchos momentos de su vida haya preferido morir a seguir con todo lo que tiene al rededor. Borja es un chico huérfano que ha pasado por muchísimas cosas y se siente un incomprendido, piensa que todos son felices y que él es único ser que sufre y quiere desaparecer. 
Por unas simples palabras sus destinos se unen haciendo que ya no estén solos. ¿Llegará la felicidad al corazón de ambos? ¿Por una vez sentirán ese sentimiento de paz que sus corazones anhelan? Descubre como sigue esta historia en: http://precisamentetu-sofiasantana.blogspot.com.es/
Os espero. Bss

lunes, 7 de mayo de 2012

Sin corazón. Capítulo 23.


Capítulo 23.
Siento muchisisimo no haber subido cap la semana pasada, estoy muy rara últimamente, tengo problemas personales y encima los estudios no ayudan, demasiados exámenes y poco tiempo, espero que no me lo tengáis muy encuenta. Y por cierto,   si queréis que siga con la historia, porque estoy pensando en dejar de escribir para siempre por problemas emocionales, dejad un comentario con la calificación que le daríais a la historia (del 1 al 10) Gracias. Bss
Daniel:
Entro en la biblioteca con la bola en la mano y con los sentidos alerta, sé que hoy nadie va a reparar en mí ya que cada uno de ellos tiene una tarea asignada, pero aun así, no deja de preocuparme que algún infiltrado pueda ver la bola.
Después de haber traspasado la puerta me relajo, no hay nadie aquí, o al menos alguien que pueda delatar la posición de la bola… Espera, ¿ese es el poder de Arthur? Imposible, es muy poco, casi está extinto. “A no ser que él esté en peligro” alguna parte de mí me advierte de esto y salgo disparado. No me detengo a pensar más, solo corro con todas mis fuerzas hacia la biblioteca secreta y veo que la estantería que debería de estar cerrada, está abierta de par en par. Dejo la bola en un lugar seguro y me adentro en la estancia, encontrándome a una Kate enfurecida con las manos en el cuello de su hermano, oprimiendo el aire que debería de estar entrando en el interior del cuerpo de mi amigo.
Kate está tan inmersa en sus pensamientos que no se ha dado cuenta de mi presencia, solo suelta cosas sin sentido mientras zarandea el cuerpo inerte que tiene delante. Me quedo parado sin saber qué hacer, veo a Arthur tan pálido.
-¡KATHERINE!-mi voz sale como una orden, haciendo que incluso yo me estremezca. Ella se gira lentamente, posando sus ojos en los míos. No veo arrepentimiento, solo celos, ira, dolor y miedo, y lo único que tengo claro es que ese dolor no es el que sientes cuando le haces daño a un ser querido, si no el dolor que sientes cuando estas apartado, el dolor de haberte perdido a ti mismo. Kate siente dolor por ser la segundona, la persona de la que todos podemos prescindir en cualquier momento, se siente inútil y humillada. Ella siente el dolor por no ser nada.-Aléjate de él.-le digo apartándola, intenta pegarme, pero algo dentro de su ser se activa y se separa sin hacer nada, sentándose en una esquina con las piernas encogidas.
-Lo siento.-dice sin mirarme, escondiendo el rostro entre las piernas y haciendo con ese gesto que yo me dé cuenta de que miente, que no quiere clavar sus ojos en los mío porque sabe que si lo hace yo me daré cuenta de la verdad. Ella es un monstruo que ha dejado la humanidad atrás, no tiene conciencia, solo se deja llevar por sus malos sentimientos.-Yo no quería…
-Sí, sí que querías, Kate.-le contesto cogiendo aire para no hacerle lo que realmente se merece que le haga.- ¿Qué te ha hecho? ¡ES TÚ HERMANO, JODER! ¿Cómo le vas a hacer esto?-me paro, volviendo a coger aire y acercándome a él para poder poner mis manos encima del pecho para que el oxigeno que tanto le cuesta a su cuerpo recurar, fluya con total normalidad. Cuando su pulso está estable, me acerco a las marcas moradas de su cuello para hacerlas desaparecer con magia.-Siempre te ha ayudado.
Con ese comentario ella se levanta de un brinco acercándose a mí como una fiera, extendiendo sus manos para darle alcance a mi cuello, teniendo las mismas intenciones que tuvo antes con su hermano. Y yo con solo un movimiento de mis manos hago que se quede quieta en el suelo, como si la hubiera atado.
-¡Él nunca me ha ayudado! Solo ha estado conmigo para que los demás vieran “lo bueno que es en todo”.-lágrimas de rabia salen de sus ojos, haciendo que yo sienta pena de ella, realmente es estúpida. ¿Cómo puede pensar eso de Arthur, si él vive para ella?-Seguro que piensas que estoy loca, que él es un santo, pero nadie lo es, todos tenemos maldad en nuestro interior, unos la muestran y otros la camuflan, mi hermano solo mira por su propio bien. ¡Incluso la santita de Miriam tiene maldad! Solo piensa en su propio bien con Stephan.
-¡Basta ya, Katherine, no hables así de tus compañeros! Que tu estés llena de odio y maldad no significa que los demás sí.-me siento en el piso, mirando directamente a sus ojos color ámbar.-Todos tenemos algo malo en nuestro interior,  eso es innegable, pero no es como tú piensas.-ella se mueve inquita, intenta deshacer el hechizo, pero eso para su poder es una tarea imposible.-Nosotros podemos elegir entre seguir el mal camino o no dejarnos llevar. No todos somos malos, ¿quién demonios te metió esa absurda idea en la cabeza?
-La única persona que me entiende.-su respuesta me deja de piedra, no puede ser, ¿es ella una de las infiltradas? ¿Una traidora? ¿Qué paso con la niña dulce y simpática que conocí?
-Dime que solo estas intentando fastidiarme… Te lo ruego.
-Definitivamente sois todos unos ingenuos, ignoran a quienes realmente deberían de vigilar y vigilan a los inocentes.
-¿Cuándo cambiaste, pequeña princesita?
-No me vuelvas a llamar así, Daniel, ya no soy esa niña, nunca más.
-No lo entiendo.
-Hace tiempo que deje a todos atrás, no quiero ser solo su hermana.-dice señalando a Arthur.-Con Draco soy Kate, una de sus manos imprescindibles.-al escuchar esas palabras algo parecido al fuego se instala en mi interior, no se merece a Arthur, no se merece a Luna, no se merece nada bueno de lo que le ha pasado, solo es una traidora que nos odia a todos y cada uno de nosotros. Contengo mis ganas de matarla con mis propias manos, las ganas de empotrarla contra la pared y darle puñetazos hasta que se arrepienta de sus palabras o al menos hasta que muera. Ella es una de ellos, nunca más será la niña pequeña que se acercó a mí de la mano de su hermano para darme la bienvenida a mi nuevo hogar. Ella no será jamás la niña inocente y buena. Sabía que se había vuelto dura, pero pensé que eso tendría remedio, ahora me doy cuenta de que hace tiempo de que NUESTRA Kate, se fue.
-Lárgate de aquí.-digo soltándola y levantándola para empujarla lejos de la vista de su hermano.-Nos has defraudado a todos, pero más, a Arthur cuando se entere.
Úrsula:
Salgo de la cocina de la cafetería con una manzana y una toalla al cuello. Llevamos así, sin parar de entrenar desde que Beatriz fue secuestrada, no lo aguanto, ahora está es mi monotonía, me paso las horas entrenando a los demás y entrenándome a mí misma, es desquiciante. Sé que pronto va a comenzar una guerra y que tenemos que estar preparados, pero esto en vez de parecer una academia de magia, parece un campo de entrenamiento militar. En una mitad del campo se practica el combate cuerpo a cuerpo, y en la otra parte combates con magia, y la verdad, personas como yo, de complexión débil, tenemos que hacer tanto esfuerzo en esos combates de resistencia física,  que quedamos muertos y solo te dejan dormir 5 horas diarias, pronto tendré un colapso.
Los combates con magia, por el contrario son simplemente increíbles, tanto cuando los observas como cuando los haces. La habilidad del otro contrincante, aunque sea más débil, hace que estés con los cincos sentidos alerta, haciendo que una excitación te recorra todo el cuerpo. El colorido que hay a nuestro alrededor, mezclándose con el brillo que producen nuestros ojos al tener un contacto tan directo con la magia, hace que todo parezca irreal. Adoro la magia, eso está claro.
“Úrsula, va a empezar el entrenamiento con los de clase de emergencias, ven rápido antes de que Luna se dé cuenta.” Roxana me manda un mensaje, avisándome de que la clase va a dar comienzo. Los de clase de emergencias son otros de los más poderosos, antes de que la gente se separara, antes de haber esa rivalidad entre Draco y Darío, habían dos clases A, o sea  cuarenta alumnos con un poder increíble, pero muchos de ellos se pasaron al lado contrario, dejando muchas vacantes. Ajuntaron a los mejores y vieron que solo quedaron veintiséis de esos alumnos y tuvieron que hacer una clase de esos seis para no bajar el poder de estos. Realmente los respeto por el simple hecho de no haber protestado por haberlos apartado de los demás. Se sientan en las mismas mesas que nosotros, pero ya no podemos hacer peleas conjuntas con ellos ya que son demasiado pocos.
Pensando en algunos de ellos, abro la puerta, encontrándome con una Kate furiosa y asustada, entonces, cuando voy a seguir mi camino, la alarma de un intruso suena por toda la academia, haciendo que me gire como un rayo para seguir mis instintos. Es raro que alguien se eché a correr y que justo en ese momento empiece a sonar la alarma, ¿no creéis? Me hago paso por entre las ramas, camuflando el sonido de mis pisadas y utilizando un fuerte conjuro de tele transporte. Aparezco justo delante de ella, agarrando su brazo y tirándola al suelo. Una bola de cristal se cae de sus manos y empieza a girar por el pequeño espacio que tenemos a nuestro alrededor.
-¡¿Qué demonios haces, Kate?!
-A ti no te importa, estúpida barbie estrafalaria.-su comentario no tiene ningún efecto sobre mí, ella simplemente me trae sin cuidado.
-¿Qué es esto?-pregunto cogiendo la bola en la mano y dándole vueltas.-¿A dónde te la llevas?
-No sé lo que es, pero sí que a cierta persona le importará.
-¿De qué hablas?
-De nada, ya te darás cuenta.-me arrebata la bola de las manos, pero en ese momento aparece alguien desde los arbustos arrebatándole la esfera.